viernes, 29 de junio de 2007

Contamíname

Tenemos un contenedor amarillo para latas y envases de plástico, otro contenedor azul para el papel y el cartón, uno verde para el vidrio, y además puntos limpios para reciclar, por ejemplo, el aceite. Para ello previamente debemos de contar con un rincón de nuestro hogar, preferentemente la cocina, donde depositar clasificadamente todos estos residuos. Todo esto me lo ha enseñado una señora muy amable esta mañana, mientras mis ojos peleaban con las legañas por permanecer abiertos, esperando en un andén del Metro de Madrid, huela. Huelga decir que el chabolo de la mujer del anuncio era enorme. Sólo su cuarto para reciclar era como la mitad del apartamento donde vivo.

Las autoridades no paran de lobotomizarnos para que reciclemos, lo cual está muy bien. Sólo de pensar que si tiro un litro de aceite usado por el desagüe, da igual que no sea de una sola vez, contaminaré muchos miles de litros de agua, me sale el ecologista que todos deberíamos de llevar dentro. El problema es que necesitaría para vivir una solución habitacional de las de 30 metros cuadrados, y otra para poder recogerlos distintos residuos que diariamente genero. Los contenedores y yo nocabemos en la misma vivienda, señora ministra. Así que a ver si puede usted ponerse de acuerdo con su compañera Narbona, para que si debemos reciclar tanto, podamos contar al menos con medios físicos para ello. Así no tendría que meter las bolsas de residuos bajo la cama, que ahí ya tengo la escalera, la cubertería, y varios pares de zapatos.

Tampoco estaría mal que quienes recogen nuestra basura se tomasen la molestia de advertir si el contenido de la bolsa, por un casual, tiene como destino el reciclaje. En las que utilizamos otros vecinos y yo se distingue perfectamente si hay envases de plástico o latas en suinterior. Pero da igual. Hasta hace pocos días mi mujer y yo reciclábamos, buscando agujeros negros en la cocina para tal fin. Pero descubrimos que quien recoge las bolsas de la puerta de cada vivienda, las acaba tirando indiscriminadamente en el contenedor gris de la basura de toda la vida. Mal empezamos la cadena de reciclaje, y continúa peor.

En las campañas publicitarias de la Administración, también nos hablan todo ufanos de los Puntos Limpios. Pues bien, en Madrid capital, para una población de cuatro millones de personas, los ciudadanos sólo disponemos de diez de ellos. El más cercano lo tengo a ocho kilómetros. Así que menos publicidad a mansalva y más medios para reciclar. Y si de paso nos ponen a buen precio un piso como el que salía en el anuncio del Metro, mejor. Así recicla cualquiera.

jueves, 28 de junio de 2007

Mirando al mar

Ahora a los ecologistas de Greenpeace les ha dado por meterse con las buenas relaciones existentes entre las constructoras y los ayuntamientos. Y es que estas conciencias verdes tan pronto se encadenan como se desnudan o tiran huevos, el caso es tocarlos. Para ello acaban de publicar un apocalíptico informe titulado Destrucción a toda costa, con el que pretenden que cunda el pánico por el futuro de nuestro litoral. Y todo porque hemos querido extender el modelo de Benidorm la nuit por todo el país con el único fin de crear riqueza, sobre todo para algunos.

Advierten de que el año pasado se proyectó la construcción de tres millones de viviendas en la costa española. Sí, es cierto, pero digo yo que en algún sitio tendrán que vivir los inmigrantes que llegan a nuestro país, y que mejor que instalarlos junto al mar, pues últimamente nos vienen por el Mediterráneo. Además estamos construyendo 316 campos de golf, dos de cada tres en Andalucía, que como todos sabemos le sobra agua. Así puede que el próximo Tiger Woods se esté forjándo ahora mismo en Zahara de los Atunes.

También se quejan de que en el litoral gallego está prevista la construcción de 800.000 viviendas, cuando en dicha comunidad hay ya 300.000 vacías. Lo que no saben es que, cuando se alcance el millón sin ocupar, la Xunta podrá fomentar su alquiler con la compra de kilo y medio de percebes. Greenpeace asegura además que se está implantando en toda la costa el modelo mediterráneo de segundas residencias. Si seguimos así acabaremos teniendo una vivienda por habitante, pero la mitad de ellas sin ocupar. De esa manera ostentaremos un cuarto récord, tras los tres comentados en el artículo de ayer.

Si tienes la fortuna de estar remojando ahora tus posaderas en el Mediterráneo, probablemente estés acompañado de cientos de medusas, ya que proliferan debido a las altas temperaturas y al aumento de los vertidos. Pero supongo yo que también tendrán derecho a acercarse a nuestras enladrilladas costas, no todo van a ser carabineros y lubinas, señores de Greenpeace. También denunciáis que 350 municipios depuran mal sus aguas o sus vertidos son ilegales. Pero eso da igual, porque si congelamos el pescado y luego lo pasamos por el microondas, no habrá anisakis que se resista. Y respecto a lo que decís de que el suelo urbanizable triplica al ya urbanizado, tranquilos, que la sangre no llegará al mar. Gracias al Banco Central Europeo, este verano la dieta del bikini está sustituyéndose por la del euribor. Si a final de año llega al 5% muchas obras se van a quedar en el esqueleto, como millones de hipotecados.

miércoles, 27 de junio de 2007

Que viva España

España es el país con la mayor tasa de cocainómanos del mundo, superando a Estados Unidos . Somos el Estado con mayor tasa de divorcios de la Unión Europea, a una media de dieciséis por hora . También somos líderes europeos en operaciones de cirugía estética, con un 8% de las intervenciones que se realizan a nivel mundial. Arsa.

En los tiempos en que Manolo Escobar popularizó la tan patriótica tonadilla que da título a mi estreno en El País, en España fumábamos Celtas, el divorcio gracias al doblaje no existía ni en las películas de Ava Gardner, y en materia de cirugía las parturientas eran atendidas en los pueblos por Dios y el veterinario de la Seguridad Social. Hay que ver cómo hemos progresado. Da gusto ser español.

¿A qué se puede deber que ahora arrasemos en esas tres estadísticas para mayor orgullo patrio? A mi juicio, no puede ser fruto del caprichoso azar que seamos líderes en las tres clasificaciones. Probablemente puedan estar más interrelacionadas de lo que parece. Quizá tras el divorcio uno de los cónyuges se pudo dar a la farlopa, y en plena euforia decidió alargarse el pene o ponerse unas tetas nuevas, indistintamente de su sexo. O todo pudo comenzar con una operación de cirugía estética espectacular, para lograr un miembro de medio metro o unas tetas de metro y medio, que le hizo salirse de la raya entrando en un círculo festero poco recomendable, para acabar con su pareja pidiéndole el divorcio y el rosario de su madre. O quién sabe si fue una inocente dosis, no seas cagao, la causante de que le pusieran las maletas en el portal, vía ventana, tras lo cual decidió cambiar de imagen para que no le reconocieran los grandes hermanos de su vecindario.

¿Dónde quedó esa España, tierra del amor, que nos cantaba Manolo Escobar? ¿En el lavabo de un antro, en un quirófano sin desinfectar ni cirujano titulado, o a la puerta del juzgado donde el año pasado le juraste amor eterno? Ya dijo el Guerra, Alfonso, que no la iba a conocer ni la madre que la parió. Muy pronto los toros pasarán a mejor vida de manera natural, y no como hasta ahora “para morir en la plaza”. Y es que en la España de hoy incluso tenemos sedaciones masivas, aunque todavía no han llegado a los toros, al menos oficialmente.

Avergonzado debo confesar que nunca me he drogado, ni para escribir este artículo,y que lo único que he fumado en mi vida fueron algunas infumables clases de la universidad. Tampoco me he divorciado, porque tras cuatro años y medio sigo enamorado de mi mujer. Y ni siquiera he pasado por el quirófano para instalarme un miembro de última generación. ¿Seré un buen español?

martes, 26 de junio de 2007

Metafísica para principiantes (XIV): Principio de vibración

La tercera ley universal que nos enseñó Hermes en el Kybalión dice: “Nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra”. Vamos a estudiar que todo lo que existe en el Universo está cambiando permanentemente. Todo, tanto las personas como el resto de seres vivos, se encuentran en una continua transformación. Pero también los objetos inanimados están siempre vibrando, aunque el ojo humano sea incapaz de percibirlo. Este tercer principio universal nos invita a practicar el desapego del que tanto habla el budismo, pues sufrimos única y exclusivamente por nuestros apegos, por no asumir que todo cambia y que nada en nuestra vida es para siempre.

La física demostró que cada objeto está compuesto por miles de millones de átomos. Estos átomos tienen electrones que giran alrededor del núcleo atómico. Podemos decir que cuando la vibración es muy baja la materia está en reposo, pero en realidad esta afirmación no es cierta, porque en realidad está vibrando permanentemente. Por ejemplo, el monitor que tienes ante ti está moviéndose ahora mismo, pero la vibración es muy baja y por eso tu ojo no lo percibe. Y cuando la vibración es muy alta entramos en el terreno del espíritu. Si ésta se produce a una frecuencia altísima, tenemos la impresión de que no hay movimiento, cuando realmente sí lo hay. Leí una vez un ejemplo práctico que permitirá que lo entendamos mucho mejor. Imaginemos las paletas de un ventilador. Cuando está desconectado podemos percibirlas perfectamente, pero a altas velocidades desaparecen para nuestros ojos: exactamente lo mismo sucede a nivel vibracional con las frecuencias más altas.

Nuestro cuerpo está permanentemente intercambiando átomos con nuestro entorno, por ejemplo, al respirar. Pero también, cuando ingresamos en cualquier lugar, intercambiamos energías. Lugares como el mar, los bosques, los lagos, nos cargan con una energía muy positiva, mientras que los atestados de gente, muy polucionados y turbulentos, contaminan nuestra energía. ¿Por qué si no decimos a menudo que tal lugar nos da buenas o malas vibraciones? Pues porque en realidad es así.

La ciencia ha descubierto recientemente que nuestro cuerpo está pensado para regenerarse y, teóricamente, jamás envejecer. ¿Por qué envejecemos entonces?: porque hemos asumido que tiene que ser así. Si asumimos que a los cuarenta comienza el declive físico, nuestra mente dará esa orden al cuerpo y éste obedecerá a nivel celular. De ahí que las personas optimistas y joviales siempre tengan mejor aspecto y salud que los cascarrabias patológicos o los temerosos crónicos. Si quieres elevar tu vibración personal y por tanto mejorar tu salud tienes que cuidar sobremanera tres aspectos: tus palabras, tus creencias y tus sentimientos. Otra forma de mejorarla es practicando el silencio. El estado de contemplación que se alcanza en silencio eleva nuestra energía a niveles muy altos. Pero sin duda el sentimiento que más logra elevar nuestras vibraciones es el amor. Tu salud, incluso a nivel celular, depende también de ti mismo.

lunes, 25 de junio de 2007

Las colas

No hay nada como salir de fin de semana para llegar derrengado al lunes. Hay que ver lo que nos gusta salir, y si puede ser todos a la vez, mucho mejor. Nos gusta sentirnos masa. Cada viernes, cientos de miles de vehículos toman las carreteras en procesión, y todo por rebañar a la semana día y medio lejos de la gran ciudad. La rutina es siempre la misma: maletas, bolsas con comida, juguetes para el niño, juguetes para el perro y material de costura para la suegra. El domingo por la tarde, después de la reglamentaria siesta, vuelta a empezar, a veces con más bultos que en la ida. Siempre te tienes que llevar unas cajas de fruta del huerto de la prima, y algunos botes de conserva que se acaban pudriendo en la despensa, relegados a los postres por los helados, que ya hace la calor.

Pero qué sería de esa tarde de domingo sin el Carrusel Deportivo, sin esos niños reclamando atención para sus necesidades fisiológicas sin los eufemismos de los adultos. Esos inenarrables atardeceres de atascos a la altura de Motilla del Palancar, con el abuelo preguntando cada diez minutos si queda mucho para llegar. Esa madre piándolas porque van a tener que cenar albóndigas descongeladas al microondas, y todo por tu culpa, Manolo, que mira que te digo que hay que salir antes. Y ese sufrido Manolo, que sólo piensa en qué será de él ahora que se ha acabado la Liga. Pues será que tendrás que esperar un par de meses a que vuelva a rodar el balón sobre el rectángulo de juego, que dirían los originales locutores españoles. Sólo entonces podrás reactivar tu sentimiento tribal al alegrarte por las victorias y ayunar por las derrotas de once tíos para los que no existes.

Por fin llega el lunes para descansar del fin de semana, pero resulta que tienes que sacarte el pasaporte para, pongamos, irte a Túnez. Si no tuviste bastante con las retenciones cienkilométricas de la ida y la vuelta de tu fin de semana, la Administración Pública te obsequia con más. Cinco horas guardando cola a la puerta de una comisaría es algo propio de nuestra España que, como diría un profesor de mi hermano, es el país más avanzado de África. ¿Es o no es para que se detengan a sí mismos? Consuela que en este caso no te den la tabarra con campañas publicitarias de precaución, amigo conductor. Y es que esta clase de caravana se forma en la acera, por tracción animal y por tanto ecológica, sin adelantamientos peligrosos. Miento. Siempre hay algún jeta, o muchos, que hábilmente intentan adelantarte indistintamente por el interior o el exterior. Normalmente es gente que peina canas, cabelleras teñidas, o directamente no gastan peine. Y todo para conseguir un resguardo, a cambio del cual te entregarán un documento por el que, en concepto de tasas, te han cobrado 16,90 euros. Como la diesel para ir de aquí a Zaragoza, si no hay colas.

viernes, 22 de junio de 2007

1984

Con veintitrés años de retraso respecto a su título original, pero por fin el Gran Hermano ha llegado oficialmente a nuestras hipotecados hogares. George Orwell escribió hace casi sesenta años una novela de política-ficción, en la que un Estado omnipresente subyuga a sus ciudadanos. En dicha novela apareció la figura del Gran Hermano, el ojo que todo lo ve, que tan vergonzosamente se emplea en las televisiones de medio mundo, para embrutecer más a los súbditos. Una de los hechos principales que se narran en tan colosal novela es la existencia del Ministerio de la Verdad que se dedica, literalmente, a reescribir la historia. No sé si encontraréis alguna similitud con el actual gobierno español. Pero en la magistral novela de Orwell se nos habla de una sociedad que vive en un mundo absolutamente inventado, falso, basado en un lavado de cerebro continuo de la población. En nuestro país ese papel lo viene ejerciendo magníficamente desde la Transición el Grupo Prisa, al frente del cual está el hombre más poderoso de España, Jesús de Polanco, para los enemigos Jesús del Gran Poder. Si la información es poder, él la posee y la maneja a su antojo.



Por otra parte, se ha descubierto fácilmente a través de Internet cómo nos espían desde el cielo. En más de una ocasión se ha visto a una mujer en topless tomando el sol en su ático, segura de que nadie la estaba viendo. Directamente quizá no, pero tenía un público potencia de varios miles de millones de espectadores, ni una final de la Champions, vaya. Y es que mediante la herramienta Google Earth puedes sobrevolar el mundo entero. Dentro de poco sólo nos valdrá vivir en búnkers, pues me imagino que si la población se ha enterado de esto, me imagino que los servicios de inteligencia más importantes del mundo deben de saber hasta la cantidad de veces que se levanta el abuelo a orinar por la noche. Google tiene tantas novias porque es una herramienta poderosísima que conviene controlar. No interesa que el pueblo llano se entere de lo que pretendemos. Es preferible que la plebe siga embrutecida con Belén Esteban y demás despojos del corazón. Ya lo decía el propio Orwell: "La libertad es el derecho a decirle a la gente lo que la gente no quiere oír".



Lo están conseguiendo. Están logrando que sólo se pueda hablar de frivolidades, de naderías. La universidad del pueblo infecta nuestras mentes con programas basura, que sólo sirven para mantener a los monos en la jaula calladitos y sin protestar, que estamos más guapos. Lo único que importa es tener un coche que nos permita irnos de fin de semana a compartir atascos con los demás ciudadanos. Hacer lo mismo que ellos, comer lo mismo que ellos, pensar lo mismo que ellos, leer lo mismo que ellos y ver los mismos programas que ellos. Han conseguido que el ser humano disfrute dentro de la gigantesca jaula que se ha convertido el mundo para los que pensamos que la libertad es algo más que poder cambiar de canal mientras nos venden coches, segundas residencias, y hasta tetas y pollas nuevas. Todo mentira.

jueves, 21 de junio de 2007

La butifarra de Cantinflas

Anoche, escuché en la radio que los sordomudos catalanes tienen un lenguaje de signos propio, que difiere notablemente del que emplean el resto de sordomudos españoles. Tener una minusvalía es un contratiempo serio, y se supone que desde las Administraciones Públicas tendrían que legislar para apoyarles. Pero me temo que los políticos catalanes no están por la labor, todo sea por una futura Cataluña grande, libre y expoliada, qué tiempos los de la Banca Catalana de Jordi Pujol. Si bien es cierto que no existe un lenguaje universal para los sordomudos, me parece el colmo de los despropósitos que se les haga semejante putada a los que son catalanes. Que en la era de internet, de las telecomunicaciones, en fin, de la comunicación a granel, unos paletos mesiánicos del dinero estén incomunicando a su tribu, especialmente a los sordomudos, me parece preocupante. ¿Hay algún psiquiatra en la sala?

Montilla, Mas o Carod no son más que aves de rapiña que esquilman a los catalanes, arañando también lo que pueden al resto del Estado, la pela es la pela. Con tal de recibir miles de millones de euros para inversiones públicas, estos sujetos son capaces de jurar por su madre que han nacido en Valladolid. Que somos nacionalistas pero no idiotas, y no me vuelva a mentar el Carmel. Por eso, cuando recibimos alguna crítica personal, la revertimos malintencionadamente, diciendo que son ataques contra Cataluña. O sea, que si alguien, no yo, líbreme Dios, se atreve a llamar iletrado a Montilla, se lo está llamando a todos los catalanes, aunque tengan algo más que el bachiller de su presidente cordobés.

Me viene ahora a mi alopécica memoria un día que Clinton fue recibido a huevazo limpio. Que yo recuerde no dijo que esos huevos se los habían tirado a todos los norteamericanos. Si lo hubiese dicho, no me hubiese gustado estar en el lugar de las pobres gallinas ponedoras, haciendo horas extras para escalfar a tanta gente, cómo no les iba a dar la gripe aviar. Yo creo que puestos a probar la puntería con los políticos, siempre será mejor el método tradicional con que se calibraban los niños de cuando entonces. Políticos que llegan a cometer la delirante osadía de doblar a Cantinflas al catalán, lo juro. Si llega a existir Íker Jiménez cuando vi esa película mexicana en la TV3, le hubiese llamado. Pensaba que estaba frente a un fenómeno paranormal. Y en cierto modo lo era, porque sólo para anormales se puede doblar a ese cómico. Doblar a Cantinflas al catalán es una censura sólo comparable a haber vestido de monja a Sofía Loren cuando estaba para mojar pan y lo otro.

Pero bien pensado qué más les da, si ellos no se ríen nunca. Para ser político hay que ser serio, como si la seriedad tuviese algo que ver con el sentido del humor. Son tan necios que no entienden que doblar a Cantinflas es mutilar el humor, la única herramienta exclusivamente humana que nos permite elevarnos sobre el drama de la vida. Esa herramienta y lo otro, cuyo cine también lo están doblando al catalán, son las únicas cosas que merecen la pena. Aunque ellos añadirían también su butifarra: el único embutido del mundo que figura en el lenguaje universal de los signos.

miércoles, 20 de junio de 2007

Papeles para todos

Antes, cuando no existía la prensa gratuita, muchos viajeros del metro salíamos del coma de todas las mañanas, leyendo lo mal que iba el mundo sobre el hombro de un señor con bigote. Él, por joder, tenía la poca deferencia de pasar la página a traición, dejándonos a varios pares de ojos sin saber si el planeta desaparecía ese mismo día o lo iban a dejar para después del puente. Ahora, gracias a la irrupción de la prensa gratuita, todos nos podemos enterar sin hacer parada en el kiosco de que el mundo es y será una porquería, que cantaba Gardel. Antes, sin diario gratuito que echarse a la vista, viajar en metro era otra cosa, anestesiado por las fragancias de alerones poco aseados y consolado con el escote de la morenaza que se bajaba justo una estación antes que yo. Era el mundo onírico de los pobres a las siete y media de la mañana, y hasta eso nos han quitado.

¿Pero es que no hay más que desgracias para contar? ¿Por qué lo hacen? ¿Para consolarnos de que nuestra vida es una vulgar cagarruta comparada con el Tercer Mundo? Lo peor es que se están acortando las distancias con ese mundo al que sólo miramos en las campañas del Domund. Y no porque esté mejorando, sino porque nosotros, los del primero, vamos camino del sótano. Hoy, sin ir más lejos, me han vuelto a recordar que vivo en un país de cementeros de oro, pues hace pocos años el metro cuadrado costaba bastante menos de la mitad que ahora, toma ya. ¿Y los salarios?: equiparables a los de 1997.

La penúltima ocurrencia del gobierno revolucionario que preside Pazatero el antifranquista, consiste en que si los sindicatos tragan, que tragarán, te van a poder pegar una patada en el culo sin tener que comprarles la herradura. Es todo un detalle. Y todo esto sucede con un gobierno socialista, de izquierdas y progresista. También tranquiliza saber que parte del dinero de las pensiones se va a jugar en la bolsa. Así, si el sistema público de pensiones se va al garete, podremos culpar a los yanquis y su Dow Jones. Qué más da que hoy mismo te puedan poner en la puta calle por cuatro duros, que tus deudas crezcan y se multipliquen, o que dentro de poco España se convierta en la Colombia europea. Lo importante es que los homosexuales se puedan casar, que las tropas no estén en Irak y que desenterremos a los muertos de la guerra civil para ganarla setenta años después. Y como queda algo de oxígeno al fondo a la izquierda, demos también papeles para todos. El día menos pensado leeremos en la prensa gratuita que sólo lo hacen para fomentar la lectura.

martes, 19 de junio de 2007

Metafísica para principiantes (XIII): Principio de correspondencia

El pasado martes hablamos de la primera de las leyes universales, la del mentalismo. Con esa ley aprendimos la importancia de cambiar de creencias, básicamente mediante la palabra, la imagen y la sensación. Constatamos que el cambio de creencias acaba provocando un cambio en tu vida. El segundo principio universal que nos enseñó Hermes en el Kybalión es el principio de correspondencia. Hoy vamos a continuar con esta segunda ley, que tiene como lema “Como arriba es abajo, como abajo es arriba”. También se podría decir “Como adentro es afuera, como afuera es adentro”. Este principio viene a revelarnos que todo está relacionado, y si lo comprendemos bien hallaremos la llave para evitar seguir atrayendo a la misma clase de personas, el mismo tipo de situaciones, experiencias, etc.

En el Universo todo se corresponde entre sí. Todo. Como ya hemos aprendido en capítulos anteriores de esta serie titulada Metafísica para principiantes, todos nosotros estamos interconectados con todo cuanto nos rodea. De hecho, una de las enseñanzas de este segundo principio o ley, es que las experiencias buenas que tenemos se corresponden con nuestras mejores pautas mentales. Las malas, en cambio, se corresponden con nuestras creencias más negativas. Veamos un par de ejemplos a continuación, uno sobre el amor y otro sobre el trabajo, para comprender mejor esta segunda ley del Kybalión.

Hay mucha gente desafortunada en el amor. Sus relaciones terminan antes de haber comenzado. Van de fracaso en fracaso, y en ocasiones acaban necesitando agacharse para pasar por las puertas. Y en el terreno laboral, quién no ha sufrido a un jefe inepto, inútil como un mechero sin gas. Jefes, además, con los que hemos tenido enfrentamientos durísimos. Son personas que tienen la peculiar virtud de sacar lo peor de nosotros mismos. Tanto en el ejemplo sentimental como en el laboral, nosotros somos los responsables de esas experiencias. Sí, lo somos, aunque nos hayamos pasado la vida culpando al otro de nuestros fracasos de pareja, asumiendo el papel de víctimas; e igualmente se podría decir de los conflictos laborales, en los que siempre hemos acabado echándole la culpa al monolito a la incompetencia que tenemos por jefe. Si seguimos actuando así nos estaremos equivocando, demostrando a su vez que se nos resiste el principio de la correspondencia.

Nosotros somos los responsables de nuestras vidas. Y cuanto antes lo asumamos, mejor. Si sufrimos una y otra vez experiencias que nos desesperan, lo primero que debemos hacer es reflexionar. Nada sucede por casualidad. Debemos descubrir los patrones mentales que provocan que siempre acabemos viviendo las mismas situaciones. Volviendo al ejemplo de la parcela sentimental, si una persona fracasa sistemáticamente en el amor, seguramente es porque tiene una autoestima muy baja. Si se quiere muy poco a sí misma, ¿cómo puede pretender que los demás la quieran? Si empieza a quererse, a respetarse, a cuidarse como es debido, el Universo le corresponderá. Recuerda que somos los responsables de lo que nos ocurre, como te intenta explicar este principio de correspondencia. Así que deja ya de culpar a los demás o a la mala suerte.

lunes, 18 de junio de 2007

El ruedo catalán

Ayer, la mera presencia de un torero que regresaba a los ruedos tras cinco años, provocó dos llenos: uno, el de la monumental de Barcelona tras más de veinte años; el otro, el de los aledaños de la plaza entre manifestantes y su inseparable policía. Y es que taurinos y antitaurinos se dieron cita para mayor promoción de esa corrida de toros. Corrida en la que, por cierto, José Tomás se llevó tres orejas y abrió la puerta grande. Lo digo por si queda alguien que todavía no se haya enterado, que lo dudo.

Pero lo relevante para un detractor de las corridas de toros como yo, es la politización del movimiento antitaurino en Cataluña. Para mí está fuera de toda duda que la tauromaquia es un espectáculo de inigualable vileza, pues consiste en la vejación de un animal hasta darle muerte, por mucha plasticidad que tenga para sus incondicionales. Pero no es menos cierto que desde que gobierna el tripartito progresista PSC-ERC-IC, los amantes del arte de cuchares son tratados como apestados. Hasta tal punto llega el delirio nacionalista, que pretendieron prohibir, infructuosamente, los souvenirs de toros en las tiendas de Las Ramblas. No vaya a ser que los señores guiris se piensen que somos españoles.

Hoy en Cataluña están de moda Ferrán Adrià y perseguir lo español. Empezaron por el propio idioma, y ahora van a acabar con las corridas de toros. Y hablo de perseguir, porque no se puede calificar de otra forma, tras ver que los espectadores de la corrida de ayer tuvieron que acceder a la plaza gracias a un cordón policial. Desde Madrid, más conocida como la capital del estado español, se intuye sin embargo que buena parte de la sociedad catalana está muy desencantada con su casta política. Basta ver la altísima abstención de su electorado. Pero existe otro porcentaje nada desdeñable de fanáticos, azuzados por mesías liberadores de la oprimida patria catalana. Y ojo, porque estos sujetos ya tienen mucho peligro, mucho más que cien corridas de toros. Son energúmenos que persiguen al español en las aulas, al PP y a Ciudadanos de Cataluña en campaña electoral, y ahora a quienes se declaran taurinos. ¿Cómo pueden tener luego la cara de defender los derechos de los animales, los mismos que persiguen a quienes no piensan como ellos?

En fin, que se empezó por el idioma, el español, multando incluso a quienes osasen rotular sus comercios en tan abyecta lengua, y como por fin lo están exterminando, ahora le toca el turno a las corridas de toros. Y cuando los taurinos acaben renunciando a su derecho a asistir a una corrida, por temor a ser marcados verbalmente o a pedradas, puede que le toque el turno al jamón. ¿Serán capaces, por simple delirio nacionalista, de sustituirlo por el de york en su tradicional pan con tomate? Todo puede ser, pues para su desgracia ayer además ganó la liga el Madrid de Capello quien, por cierto, estaría encantado de llevarse todos los jamones a Italia.

viernes, 15 de junio de 2007

Que se mueran los pobres

El club Bilderberg, por decirlo sencillamente, es un selecto grupo que mueve los hilos del mundo. Se reúnen con un único punto en el orden del día: decidir cómo nos van a joder la vida. De las decisiones de unos pocos depende, en gran medida, el futuro de todos. Lo que Orwell profetizaba en su novela futurista 1984 ya es toda una realidad. Es más, posiblemente se quedó corto, pues como bien sabes la realidad suele superar a la ficción. La simple contemplación del homo sappiens es fiel prueba de ello. Y como en este planeta vamos camino de ser siete mil millones de consumidores, los amigos de tan altruista club han decidido que sobramos varios miles de millones. Y todas las papeletas son para quienes no tienen ni Visa ni visado.

Lo creas o no, desde las altísimas esferas existe un plan para reducir drásticamente la población mundial. El objetivo es que dentro de cincuenta años seamos la mitad. Así que habrá que apresurarse para estar en el lado de la raya de los supervivientes. Debido a que el planeta se está quedando sin recursos naturales para abastecer a tanta gente, se las están ingeniando para que media humanidad se muera o la maten. Y qué más da que el mundo sea una carnicería televisada. Nos han acostumbrado a comernos los espaguetis sacados del microondas mientras vemos como un coche bomba ha reventado a cien civiles en Irak. Ése, como tantos otros conflictos bélicos en el mundo, son ideados por el club Bilderberg para ir limpiando la era de los parias de la tierra. Y es que si algo sobran en el mundo son pobres. Por eso en todas las guerras suministran armas a ambos bandos, matando así dos pájaros de un tiro: se multiplica el negocio de la industria armamentística mundial y se va exterminando el lado menos glamuroso del globo.

En estos momentos hay tantas guerras en el mundo, que serían necesarios informativos de tres horas sólo para informar de todas ellas. Sería como ver Salvar al soldado Ryan, pero peor hechos y sin Tom Hanks. Para eso ya me la descargo yo de Internet. Es mucho más edificante saber si Raúl va a poder subirse a la Cibeles o si Mayte Zaldívar fue puta antes que trincona, dónde va a parar. Y es que tanta sangre le pone a uno mal cuerpo, sobre todo después de comer de fiambrera. El mundo se muere a chorros, sí, pero yo ya tengo bastante con aguantar a la cerda de mi jefa y al cerdo del euribor. Si ellos tienen problemas, yo también, y no me quejo tanto.

Existe una campaña perfectamente orquestada para que la pobreza se propague, y así ir haciendo sitio por el intemporal y aséptico sistema de matar de hambre al personal. Así barremos a buena parte de la población mundial, y la tiramos en la papelera de reciclaje de este mundo virtual. Con toda premeditación están acentuando las desigualdades sociales a nivel mundial, hasta tal punto que la clase media, la que da equilibrio al sistema, se ha volatilizado. Ése fue el principio del fin de la patria de la mano de dios y la patada a los pobres. Y si crees que tu Spain is different, lo llevas claro, colega. Sólo te voy a dar tres datos, para que constates que te prefieren pobre:
- Subida bestial de precios tras la entrada en el euro, y de la vivienda mejor no hablamos
- Precarización progresiva e imparable de un mercado laboral mileurista y de despido libre
- Aluvión consentido y fomentado de inmigrantes, que empieza a ser excusa para una reducción drástica de las prestaciones sociales, pues la tarta no da para más

Al final tendremos que acabar comiéndonos las velas, por gentileza del club Bilderberg. Por cierto, ¿te has preguntado alguna vez cómo pudo surgir repentinamente el SIDA?

jueves, 14 de junio de 2007

De psiquiatras y abogados

Ya nos avisó Rubén Blades en Pedro Navaja de que “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay, Dios”. Aun así, jamás podía imaginar la estrecha y tácita relación existente entre abogados y psiquiatras, pues aparentemente son dos profesiones antagónicas. Mientras unos viven del delito y la trapacería inherentes al ser humano, los otros lo hacen de la soledad y el dolor ajenos. Cuál no ha sido mi sorpresa al escuchar a un psiquiatra, casualmente, decir que está muy agradecido a los abogados, pues si no existieran tendría la mitad de pacientes. Al parecer los clientes de los picapleitos, cuando acuden a sus despachos por primera vez, ya van de por sí calentitos, en un estado preneurótico, y a veces sin el prefijo. Pero cuando dichos clientes llevan varios meses sufriendo las consecuencias de haber contratado a un abogado sin escrúpulos, o sea, a un abogado, acaban sentados irremediablemente en alguno de los divanes que tan solicitados están en estos convulsos tiempos.

Si uno lo piensa detenidamente, puede descubrir que la abogacía y la psiquiatría se complementan. El abogado vive de perorar irrefrenablemente y sin sentido. El psiquiatra vive de hacer como que escucha cosas que tampoco tienen sentido. Debe de ser un espectáculo digno de reventa ver a un abogado con un psiquiatra como cliente. El primero no pararía de contarle mentiras, mientras el segundo, callado, diagnosticaría mentalmente al felón tan pelma que tiene enfrente. Si se intercambiasen los roles tampoco se notaría, pues la única diferencia estribaría en quién cobra en cada ocasión, que es lo que les importa. Me imagino al psiquiatra cuando atienda telefónicamente a su paciente abogado, dejando el teléfono hablando solo, pues ni le ve ni le cobra, mientras contempla por la ventana qué bonita es Badalona.

Los abogados siempre han vivido de su charlatanería falaz y compulsiva, por ello la política es el terreno donde estos pendejos se mueven como piraña en el agua, mientras que los psiquiatras se ganan la vida, como escribe mi tocayo Fernando Vallejo en su excelente novela El desbarrancadero, “por oírte curar solo”. Espero por tu bien que no tengas que acabar en manos de un psiquiatra, y menos aún tras haber pasado por la lengua de un togado. Aunque tanto el abogado como el psiquiatra te levantan la cartera, el primero además te quita la salud, mientras que el segundo se limita a no restituírtela. Visto así me quedo con el psiquiatra, que además calladito siempre se ha estado más guapo. Y quizá también por el chiste sobre picapleitos que me contó el otro día mi amigo el doctorcito. “¿Sabes por qué nunca aparece un abogado en los sellos de correos?: porque la gente no sabría qué lado escupir”.

miércoles, 13 de junio de 2007

El cine español

Me cuesta recordar cuál fue la última película española que he visto en el cine. Pudo ser Volver, del oscarizado manchego Pedro Almodóvar, más conocido como Peeedroooo. Pero por lo que veo no soy un caso excepcional, pues según un reciente estudio, casi el 60% de los españoles considera que el nivel de nuestra filmografía es mediocre. Además, casi la mitad de los ciudadanos encuestados opina que es sólo para minorías. Y como remate, dos de cada tres afirman que prefieren las películas norteamericanas. Toma, y yo.

El cine español ha contado con pocos directores de talla internacional: Berlanga, Buñuel, Fernán-Gómez, Almodóvar, Trueba, Amenábar... Resulta paradójico que la mayoría de las mejores películas de nuestro cine se produjesen bajo la infiel espada triunfadora del ferrolano. Bienvenido, Mr. Marshall, Plácido, El verdugo y Viridiana se rodaron en una España de hambre, rencores, miedos y pobrezas. Pero también hay que tener en cuenta que la necia censura, a veces, tuvo ocurrencias geniales. Como la maravillosa anécdota que cuenta Berlanga, de cómo la censura le tachó la primera frase de un guión. Decía tal que así: “Plano general de la multitud en la Gran Vía madrileña”. El censor se justificó aduciendo que, conociendo al director de la película, seguramente en dicho plano aparecería un cura saliendo de Pasapoga (conocida sala de fiestas madrileña).

Desgraciadamente el cine español del siglo XXI sólo sabe hablar de dos cosas: la guerra civil y el sexo. Muchos directores se han dedicado a rescribir la guerra y a saldar viejas deudas familiares, como si Zapatero se hubiese metido a Stanley Kubrick. Y otros tantos, probablemente de tanta hambre acumulada del sexo opuesto o del propio en las gónadas de sus antepasados, han visto afectada su genética hasta tal punto que sólo saben parir historias con personajes que viven en pelotas. Por eso me imagino que en los castings de muchas películas ya no pedirán recitar a Hamlet, bastará con un striptease para ser calibrado visualmente.

Reconozco que el cine español del destape, de Nadiuska y de las ozoradas de Esteso y Pajares, funcionó muy bien en el postfranquismo. Y comprendo que había mucho apetito y los ojos ya podían pecar sin temor a acabar en Barraquer. Pero esa época pasó, y llegó la del póntelo, pónselo, la liberación sexual, el divorcio exprés y los matrimonios homosexuales. Los nacionales, saturados de descargarse un giga diario de culos y tetas por Internet, ahora vivimos instalados en la cultura del onanismo personal (hoy a cualquier cosa le llaman cultura). Así que si el cine español quiere lograr una buena cuota de pantalla, como se dice ahora, tendrá que preocuparse más de contar como es debido historias originales con gente vestida, y menos de exigir tantas subvenciones para películas que, en bastantes ocasiones, ni siquiera llegan a estrenarse.

Si triunfa el cine norteamericano, tan denostado por los citados acaparadores de subvenciones de la ubre pública, es porque suele entretenerte durante noventa minutos. Sencillamente. Mientras que el cine español, como bien dice la mayoría en el estudio citado al principio, es para minorías. Sólo para esos pocos que todavía quieran ver otra de la guerra civil española, otra del culo de Paz Vega, u otra de Elsa Pataky como miliciana republicana.

martes, 12 de junio de 2007

Metafísica para principiantes (XII): Principio del mentalismo

Este primer principio o ley universal de que nos habla el Kybalión, nos dice que aquello que todas las religiones llaman Dios, en verdad es sólo Mente. Hermes nos reveló que vivimos en un Universo mental. Todo y todos estamos interconectados por esa gran mente universal, formando parte de ella. Si se dice que el ser humano está hecho a imagen y semejanza de Dios, es porque nosotros podemos conseguir cualquier cosa que nos propongamos, siempre que creamos firmemente en ello. Todas nuestras experiencias, las buenas y las malas, dependen directamente de nuestras creencias.

Con esto no quiero decir que tú deseases tener ese accidente de tráfico, suspender esa asignatura o acabar todas tus relaciones con una poderosa cornamenta. Es evidente que a todo el mundo le gustaría tener una vida feliz, y a ti también. Pero muchas veces no somos conscientes de que nuestras creencias influyen decisivamente en nuestras vidas. Si eres una persona catastrofista, tienes la autoestima por los suelos o piensas que no mereces ser amado, tendrás experiencias que reforzarán esas creencias, y así entrarás en un trágico círculo vicioso. Por ello, y debido a que la primera ley del Kybalión nos descubre que vivimos en un Universo mental, nuestra primera gran meta debe ser controlar nuestros pensamientos. Convendrás conmigo sin necesidad de que seamos psiquiatras, metafísicos, filósofos, psicólogos, médicos o físicos cuánticos, que una persona mentalmente inestable jamás podrá disfrutar de la vida. Lo deseable sería que todos fuésemos capaces de controlar nuestra mente, y no al revés, pero desgraciadamente la inmensa mayoría de nosotros no acabamos de lograrlo.

Por eso somos tan infelices. Por eso el 99,999999% de la población mundial es tan desdichada. Nuestras mentes se han apoderado de nosotros, somos incapaces de controlarlas. Somos simples marionetas de unos ventrílocuos que no paran de parlotear dentro de nuestras cabezas. Mientras no logremos dominar nuestras mentes, no podremos convertirnos en los creadores conscientes de nuestras vidas, o sea, ser auténticos alquimistas. A continuación te voy a proponer el siguiente experimento: intenta estar un minuto sin pensar, con la mente desconectada. Sólo te pido eso. Con toda probabilidad, podrás comprobar que eres incapaz de lograr el reto que te planteo. Y lo peor de todo es que la inmensa mayoría de los 60.000 pensamientos que se agolpan diariamente en nuestras cabezas son negativos.

Pero ahora que sabemos que nuestro Universo es mental, podemos mejorar nuestras vidas. Para ello tendremos que comenzar por crear nuevos hábitos de pensamiento, lo cual no es moco de pavo. Si toda tu vida has sido una persona pesimista, necesitarás una extraordinaria fuerza de voluntad para revertir la situación y sustituir los pensamientos negativos por positivos. Pero si lo deseas vehementemente te garantizo que terminarás lográndolo. Al principio recaerás, tendrás una tendencia natural a dejarte llevar, como todos, por las creencias derrotistas que hemos asimilado durante toda nuestra vida. Pero si tienes la inmensa paciencia de sembrar en tu mente creencias positivas, el Universo acabará dando fiel respuesta a dichas creencias. Siempre fue así, y así seguirá siendo por toda la eternidad.

lunes, 11 de junio de 2007

Los gorrones

Aunque servidor nació en los setenta y personalmente sólo conoce a los del siglo XXI, el cine y especialmente la literatura, nos han legado maravillosos gorrones que forman parte de la cultura popular. También se les podría llamar pillos, pícaros, aprovechados, jetas, pero a mí la expresión que mejor me suena es la de gorrones. Si miras a tu alrededor ahora mismo probablemente puedas encontrar alguno y con suerte, mala, unos cuantos. Ten cuidado porque mientras lees este artículo pueden estar sobrevolando algo tuyo que echarse a su boca o a su cartera. Antiguamente, cuando el hambre era plato de uso común, siempre aparecía algún pariente que elegía la hora de la comida o la cena para visitar a su familia. Los más madrugadores incluso se presentaban cuando acababas de empezar a manchar el Marca con la porra goteante de café. La santa esposa tenía que acabar poniendo un servicio más en la mesa para el gorrón que radiografiaba con la mirada el plato, al tiempo que se deshacía en parabienes y en no tenía que haberse tomado la molestia, señora.

Hoy, como ya no nos visitamos pues vivimos muy lejos los unos de los otros y sólo enterramos el colt por Navidad, que los abuelos ya están mayores, los gorrones se han modernizado con los tiempos. Ahora se apuestan en las oficinas, donde ya vive todo el mundo, junto a la máquina del café. Pasan más tiempo a su lado que Luis Varela en la serie de Telecinco. Cualquiera diría que están haciendo guardia o que directamente viven allí, pero no. Cuando ya llevan demasiado tiempo sin calentar su asiento de trabajo y no ha caído ningún pardillo a quien soplarle un cortado, matan el tiempo haciendo como que curran. Pero estas aves de rapiña tienen un oído finísimo. Tanto, que si escuchan una voz preguntando si alguien quiere un café, aunque sea desde la otra punta de la oficina, de un brinco se abalanzan sobre el dueño de tan dadivosa voz. Es indiferente que el gorrón conozca o no el nombre de su anfitrión. Lo importante es que le va a pagar el café, y todo a cambio de reírle unas paridas que el paria dice mientras se acuerda de su madre al introducir por la ranura sus monedas.

Todos lo buenos gorrones vuelven a fumar, aunque lo dejaran hace más de un año, si encuentran algún pardillo a quien escamotearle el tabaco. Cuando en una comida se paga a escote, siempre piden lo más caro, y doble ración, si puede ser. Si te vas de cañas con ellos, se sitúan alejados de la barra, estratégicamente, para que sea otro quien tenga que atender los gestos del camarero tras varios intentos baldíos para que le paguen su ronda. Y el día que por fin se marchan de la empresa, a gorronear a otra parte, claro, se despiden como los más grandes. Sus esquilmados compañeros recaudan dinero para comprarle un regalo. Y el gorrón, haciendo gala de su condición, no se digna ni a llevarles unos pastelitos a granel comprados en Mercadona. Así que ya lo sabes, amigo lector: si te encuentras con algún sujeto de semejante calaña échate mano a la cartera, deja de fumar y de cañearte y, sobre todo, llévate el café en un termo.

viernes, 8 de junio de 2007

Emigrando por la inmigración

Si eres asiduo lector de esta página, sabrás de mi rechazo a la vida en las grandes capitales. En mi caso, Madrid. Hace sólo unas horas he hablado con un amigo mío, mexicano para más señas, del problema de esta ciudad, y ambos hemos compartido diagnóstico. Pero mi sorpresa ha sido mayúscula al enterarme de que él también está planeando marcharse de aquí, concretamente a León. Es un profesional cualificado, que abandonaría una carrera consolidada aquí por una vida más tranquila, saludable y digna. En la capital castellana tendría que partir de cero, pero está dispuesto hacerlo por él y por sus hijas.

Nos quejábamos amargamente de que Madrid está desbordada, pues somos tantos que sólo de madrugada deja de ser hora punta. Y aunque algunos analfabetos funcionales nos puedan tachar de xenófobos, concluimos que la inmigración ha afectado muy negativamente a la calidad de vida de las grandes ciudades. Él también fue inmigrante, pero a principios de los noventa, cuando ver un extranjero por la calle resultaba de lo más exótico. Hoy, lo novedoso en muchos barrios, es ver un español. Lavapiés o Tetuán, por poner sólo dos ejemplos, están literalmente tomados por la población inmigrante. Lo peor es que muchos de ellos, no todos, actúan con los usos y costumbres de su país, y por ahí ya no pasamos.

Hombres meando en plena vía pública sin el menor pudor y gente borracha a las doce del mediodía ya no sorprenden a nadie. Como tampoco que hace menos de dos semanas, a las cuatro de la tarde y en pleno barrio de Tetuán, se produjese una pelea en la calle, la enésima, con los balcones a rebosar como cuando la Pantoja en Valladolid, en la que uno de los protagonistas amenazaba con una catana que de sólo verla cortaba hasta la respiración. La clase política quiere ocultar como sea esta realidad, pero todos sabemos que hay muchos barrios de la capital que más se parecen al Bronx que a un distrito castizo. Incluso algún listo se descuelga diciendo que hace falta mucha más mano de obra inmigrante. Por si éramos pocos.

Sé que es políticamente incorrecto decir todo esto, pues lo progre ahora es hablar de la Alianza de las Civilizaciones y de lo grande que es Alá. Pero si vives aquí y lo sufres, sabrás perfectamente que lo que denuncio es cierto. ¿Qué sucederá el día que el sector de la construcción se vaya oficialmente a pique? Como bien saben los lectores de esta página, el precio de la vivienda ha empezado a caer, pero lo peor está todavía por llegar, por eso mi amigo y yo nos preguntábamos, ¿qué pasará el día que cientos de miles de albañiles se vayan al paro, casi todos inmigrantes? Si hoy ya tenemos reyertas a diario, cuando eso suceda pueden producirse cada cinco minutos. Comunidad de Madrid, capital Medellín.

Tras despedirme de mi amigo, y estando yo todavía en estado de shock al conocer su propósito de emigrar, he vuelto a pensar en lo que tanto tiempo llevo comentando. Aquí no se puede vivir. Vivir en Madrid económicamente es un lujo, ¿y a cambio qué te ofrecen?: una calidad de vida miserable. Porque no es sólo el problema de la masificación, la violencia y el abaratamiento de la mano de obra motivados en gran medida por la descontrolada inmigración. La especulación salvaje y la multiplicación de los beneficios empresariales, a costa de los de siempre, también han convertido Madrid en esta jungla de mileuristas supervivientes, que se consuelan con tener dinero para irse de marcha y no pensar que aquí hace años dejaron de atar los perros con longanizas.

jueves, 7 de junio de 2007

De la muerte y la vida

En pocas horas dos personas que no conocía han fallecido. Una era una joven veinteañera, amiga internauta de mi hermano; la otra, un hombre próximo a los cincuenta, conocido de mi mujer. La chica ha fallecido como consecuencia de las lesiones irreversibles en su cabeza tras caer de un caballo. El otro, por un cáncer de pulmón que se lo ha llevado en poco más de dos meses. De ella dirán que tenía toda la vida por delante, qué lástima, con lo joven que era. De él que no hay derecho, que ha dejado viuda tras sólo dos años de matrimonio. Ella no se enteró de que no podía superar el coma. A él le ocultaron su mal, mientras su mujer en silencio lloraba que su marido se le moría a chorros ante ella.

De la joven apenas sé gran cosa, pues todavía le quedaban las mejores páginas por escribir. No obstante, dondequiera que estés, te deseo, como ser espiritual que eres, que ayudes a los que aquí lloran tu pérdida. Imagino que nada ni nadie podrá consolarlos, que para espiritualidades estarán ahora tus padres. Pero con el tiempo, ése que casi todo lo cura, se mitigará el dolor, aunque nunca te olvidarán. Sólo con el olvido muere del todo un ser querido. Mientras alguien te recuerde, jamás desaparecerás completamente. Supongo que ya lo habrás descubierto por ti misma, aunque no leyeses este blog, que nuestro universo es mental. Por eso a ellos les quedarán los momentos felices junto a ti. Será la mejor forma de evocarte una vez que cese el llanto y el dolor.

De él tampoco sé mucho más. Era conductor de autobuses. Transportaba todos los días hasta su trabajo a un grupo de empleados de una empresa automovilística. ¿Recuerdas que fue precisamente a bordo de tu autobús donde te enamoraste de ella como un colegial? Ella siempre sentada en el primer asiento. Fue un flechazo de retrovisor vivido furtivamente, pues entonces tú estabas casado con otra. Pero vuestro amor amaneció para el resto del mundo, cuando el egocentrismo de una compañera de ella se cruzó en vuestro camino. El día de autos no pudiste descubrir la presencia de esa vanidosa mujer, pues viajaba al fondo del autobús, donde no era fácil verla. Tu amada, como siempre, viajaba junto a ti mientras conducías. Tú, todo ufano, le dedicaste frases que no son reproducibles sobre lo que le ibas a hacer esa noche en la cama. La otra viajera lo oyó, pensando que sólo ella y no otra tenía que ser la destinataria de tan arrobados comentarios. Le faltó tiempo para denunciarte. Al final se descubrió el pastel. Ella no era el objeto de tus tórridos requiebros, que se fastidie, sino la que desde hace unas horas es tu viuda.

Quizá la joven, en otra reencarnación, tenga la oportunidad de vivir un amor tan original como el que os acabo de contar. Y él, probablemente, pueda experimentar el placer de montar a caballo, eso sí, con más cautela, y siempre que no los hayamos extinguido antes. Eran dos desconocidos para mí y entre sí, unidos aquí para hablar de su muerte y de la vida. Si realmente amas a alguien hoy, demuéstraselo ahora con tus palabras y tus gestos. Cuando todo termine, será lo único que nos quede. Al final, es lo único que importa.

miércoles, 6 de junio de 2007

No dar el perfil

Supongo que recordarás gloriosas expresiones del ingenio patrio como “un poquito de por favor”, “¿cómo están ustedes”, “pecador de la pradera” o “España va bien”, obras de genios del humorismo de talentos similares al de Quevedo. Pues bien, otra de las frases que empieza a ser célebre en el repertorio popular, y muy especialmente en toda prueba de selección que se precie, es la de “No das el perfil”. Me imagino que a ti también te habrán brindado esa dedicatoria sin canción, especialmente si no te unen vínculos de consanguinidad con el baranda que regenta el chamizo donde deseas ser contratado, o al menos con un primo suyo de Cáceres.

Pero, ¿qué quieren decir con lo de no dar el perfil? ¿A qué se refieren con lo del perfil? En teoría es una forma de comunicarte que no cuentan contigo, pero sin darte motivo alguno. Podrían emplear otros términos más apropiados que la palabra perfil: características, cualidades, virtudes o condiciones. Pero al parecer, resulta más profiláctico emplear tan manida expresión. Lo más curioso es que nunca te explican qué están buscando exactamente. Y es que afirmar que no das el perfil, es lo mismo que decir que la parte contratante de la primera parte será igual que la parte contratante de la segunda parte. Envolver la nada con nada para decirte que verdes las han segado.

Sin embargo, en nuestro país podemos encontrar miles de ejemplos de grandes perfiles esculpidos mediante braga o bragueta. Uno de ellos sería el de un veinteañero, en cuyo currículo destaca ser hijo de una directora de cine antifranquista, ahijado de Felipe González y mancebo de la pequeña de la Casa de Alba. Casi nada al aparato. Con semejante perfil, no le haría falta ponerse de frente. Pese a ello lo hace a diario en Las mañanas de Cuatro para su sufrida y escasa audiencia. Tan seguro está de su perfil, que hace dos semanas comentó en dicho programa que la televisión sufre un problema muy grave, consistente en que en ella trabaja mucha gente que no es periodista. Con toda su perfilada patilla o filosa.

Tanto éxito está teniendo la inane frasecita que, a partir de ahora, cuando un enamorado se arrime a la chica de sus sueños, si ésta no le considera un buen partido, en vez de romperle el corazón diciéndole la verdad, o sea, que es feo, bajito y pobre, le podrá consolar así: “Eres un encanto, pero no das el perfil de hombre que estoy buscando”. Igualmente se llevará una colección de Rupertas a casa, pero con la sensación de que ha estado a punto de ganar el apartamento en Torrevieja, que casi no quedan. En cualquier caso no te aflijas, porque si escuchas a menudo que no das el perfil, antes o después acabarás dándolo. Menuda talla de avispa que se nos está quedando a media España de tanto apretarnos el cinturón.

martes, 5 de junio de 2007

Metafísica para principiantes (XI): El Kybalión

Siguiendo con nuestros estudios metafísicos, hoy vamos a hablar de la obra cumbre universal de esta materia. El libro que empezaremos a estudiar a continuación fijó las bases de la metafísica hasta tal punto, que actualmente sigue siendo su referencia indiscutible. Me estoy refiriendo al Kybalión, cuyo autor es Hermes Trimegisto. Este hombre está considerado uno de los mayores sabios de todos los tiempos, pues además de escribir los siete principios universales (conocidos como el Kybalión), se dice que fue el padre de la alquimia y de la astrología. Materia esta última que, por cierto, y aunque muchos se la toman a guasa debido al intrusismo de tanto jeta desaprensivo, es mucho más seria e influyente de lo que nos han hecho creer.

Aunque muchos piensen que los alquimistas eran personas que transformaban vulgares metales en oro, la realidad es que la alquimia consiste en una transformación, sí, pero de tipo mental. La verdadera alquimia lo que persigue es que tú, amigo lector, cambies tu mentalidad. Persigue una transformación de tus creencias, de tal forma que te conviertas, metafóricamente, en una persona de oro. La piedra filosofal que se decía que permitía transformar los metales en oro, no es más que un símbolo para representar la metamorfosis de persona común en persona de oro. El conocimiento de las Leyes del Universo que nos descubrió Hermes en su Kybalión, te abrirá las puertas a una vida infinitamente mejor que la que has llevado hasta ahora.

Supongo que conocerás sobradamente la palabra hermético y su significado. Pues bien, el origen de dicho vocablo lo hallamos precisamente en el padre de la metafísica, Hermes. Las enseñanzas que vamos a ir desgranando en las próximas entregas de Metafísica para principiantes, se dice que fueron herméticamente guardadas, con un celo extremado, para que sólo unos pocos elegidos las conocieran. Finalmente fueron tres iniciados quienes pusieron en negro sobre blanco las siete leyes universales aunque, insisto, su auténtico autor es Hermes Trimegisto, por si la SGAE.

Los siete principios universales de que habla el Kybalión son:

1.- Principio del mentalismo

2.- Principio de correspondencia

3.- Principio de vibración

4.- Principio de polaridad

5.- Principio de ritmo

6.- Principio de causa y efecto

7.- Principio de generación

Si logras poner en práctica estos siete principios universales que vamos a estudiar en las próximas semanas, tu vida experimentará un cambio tan radical, que ya querría Teresa Viejo. El único pero gran obstáculo para alcanzar el éxito metafísico, y por tanto en nuestras vidas, es la impaciencia. Debemos de ser constantes y obrar con fe; sólo de esa forma podremos disfrutar de una transmutación asombrosa. Aprenderemos a ser los creadores de nuestras propias vidas. Como dice Joe Vitale en El Secreto, nosotros somos como Miguel Ángel y nuestras vidas son el David que tenemos que esculpir. ¿Te subes a este barco que está a punto de zarpar, o prefieres seguir malviviendo en la más profunda ignorancia?

lunes, 4 de junio de 2007

El hombre Viagra

La saturación informativa de Internet conlleva que cualquier vecino de este planeta pueda conocer al instante lo que acontece en una isla perdida en Honduras, que España se hunde y se nos han acabado los salvavidas, o que la heredera del imperio Hilton nos ha salido casquivana. Sin ir más lejos en este blog hablamos de los aconteceres de los días, por si alguien se quiere interesar por algo más que el Zaragoza-Real Madrid del próximo sábado. Y aunque puedas encontrar en la red páginas cuyos contenidos son de lo más variopinto, nadie puede hacer competencia a la temática predominante. Obviamente me estoy refiriendo a aquello que a los niños de los ochenta nos contaban con una abeja y una flor, como si fuera una canción de Nino Bravo.

Si en cualquier buscador introduces las palabras sexo o sex, encontrarás millones de enlaces. No te puedo decir cuántas páginas dedicadas a la carne hay exactamente en internet, pues mientras lees este artículo seguramente habrán surgido una centena más, a lo que debo añadir que me ha resultado imposible entrar en todas para dar fe de su existencia, pero estamos en ello. Antiguamente la pornografía era sólo para hombres; ellos les pedían a sus mujeres que les hiciesen no sé qué contorsionismos que habían visto en la peli del videoclub. El festejo siempre acababa en urgencias con un esguince en sálvese la parte. Ahora son ellas, por la igualdad de sexos, paridades y demás, quienes también se han aficionado a la navegación erótico-festiva.

Hasta anteayer, las clínicas de cirugía estética hacían liposucciones, lipos para los amigos, inyectaban colágenos en los labios y, sobre todo, implantaban silicona en los pechos como quien rellena un roscón con nata. Pero desde que ellas se las han visto y calibrado a esos superdotados percherones, quieren que su Mariano tenga una igual: larga, gorda y duradera. Por más que les expliques que la tele engorda, y que esos miembros no son así al natural, ellas no tragan, con perdón. Así que Mariano tiene que ir al médico a explicarle su problema empleando todo tipo de metáforas. Lo que hubiese disfrutado Quevedo escuchándolo en la consulta del urólogo.

Creo que fue en Cuatro donde vi el otro día un reportaje en el que, dispuestos sobre una mesa, te ofrecían distintos trozos de carne. Yo me creí que estaban en un mercado, grabando en una casquería, o en una feria de tapas de la nouvelle cuisine, pues me pareció ver unas criadillas crudas. Sin embargo, ignorante que es uno, descubrí que en verdad eran implantes a elegir, preparados para ser injertados a todo varón cuya santa estuviese descontenta con el tamaño de su manubrio. Cambié de canal por amago de desvanecimiento y se me apareció un imitador de Rafael Farina, que bien lo podrían haber incluido de secundario con un par de líneas de texto en Curro Jiménez.

Pese al aspecto rudo y varonil de esos hombres con aspecto de bandoleros, una nunca sabe cómo le va a funcionar en la cama hasta que lo cata. En esa época del Algarrobo y el Estudiante repetidor, si el sexo no funcionaba la culpa era siempre de ella. Hoy, si no marcha el motor, te mandan al taller hasta que te devuelvan hecho un hombre como los de Internet. Así que ya sabes, Mariano. Si quieres que tu mujer tenga unas tetas rocosas, ya puedes ir tú también pidiendo hora para que te injerten como a un geranio. No somos nadie.

viernes, 1 de junio de 2007

Precarios a los 31

Diario ADN. Edición Madrid. Jueves 31 de mayo de 2007. Página 3. Leo: “Precarios a los 31 años. Un 47% de los jóvenes madrileños tiene un contrato temporal”. No me hará falta recordarte que hace sólo cinco días se celebraron las elecciones municipales y autonómicas. Supongo que en tu municipio y tu comunidad te habrás hartado de escuchar promesas que caducaron el pasado domingo 27, a las ocho de la tarde. No es que uno tenga la precisión de Phileas Phog, sino que a esa hora se cerraron los colegios electorales. Ya no hace falta seguir mintiendo a la masa de borregos que cree lo que decimos en campaña, cuando se enciende el piloto rojo y nos dicen que entramos en directo en el telediario.

Aunque la noticia del citado periódico hace referencia a la Comunidad de Madrid, es perfectamente extrapolable a cualquier otra de nuestro país. Me da igual que tu acento sea gallego, asturiano, murciano, canario o el de Bono. Es el mal endémico nacional, la precariedad laboral, o como me gusta llamarlo, el terrorismo empresarial. La OCDE ha puesto el grito en el cielo, anunciando que España está a la cabeza de la Unión Europea en lo que se refiere a la neoesclavitud. Para que luego algunos detractores me acusen de avergonzarme por ser español, arguyendo que con Franco no estábamos a la cabeza de nada. Al menos en aquella época no había ETTs, chiringuitos pensados exclusivamente para sangrar al desesperado trabajador, considerándolo una vulgar mercancía.

No puedo entender a un país que se moviliza masivamente contra la excarcelación de un terrorista o contra la guerra en un lugar que sólo conocen por Matías Prats, y sin embargo no quema las calles cuando la maquinaria inmisericorde del Estado está aniquilando a toda una generación. La prole del baby boom de los setenta, es decir, todos aquéllos que ahora cuentan entre veintisiete y treinta y siete años, ha sido masacrada. Una generación teóricamente bien preparada que está siendo fagocitada por un sistema que quiere universitarios de tres carreras, a ser posible una en Harvard. ¿Por qué contratar indefinidamente a una persona y darle estabilidad, si sale más barato contratarlo temporalmente? Y eso sin contar la docilidad inherente a los mileuristas basureros.

Cinco días después de las elecciones sólo se habla de Navarra, De Juana, ETA, Miguel Sebastián, el 11-M y la guerra de Irak. Los problemas reales de los ciudadanos dejan de ocupar portadas en los grandes medios de comunicación y líneas en los discursos de los mismos políticos que nos prometieron salud, dinero y amor si trincaban ellos la poltrona, claro. De las prejubilaciones, el paro, los contratos basura, los impuestos, la burbuja inmobiliaria y sus hipotecas volverán a hablar dentro de cuatro años a sus ingenuos votantes.