Soldadito español : Verdad, Bondad y Belleza

martes, 25 de septiembre de 2007

Soldadito español

Dos soldados del otrora aguerrido ejército español fallecieron ayer en Afganistán. El gobierno de su país les ha concedido el distintivo rojo por, literalmente, “haber fallecido como consecuencia de acciones violentas de elementos hostiles”. Pero la viuda de Germán Pérez Burgos le dirá a su hijo huérfano que papá era militar y murió en la guerra. Al resto de la población nos tranquilizarán asegurándonos que hay que luchar por la paz, que España es un país de paz, y que sí a la paz y no a la guerra. Ese niño sabrá la irremediable verdad, mientras que los demás viviremos en el maravilloso mundo que nos pinta con su perenne sonrisa ese prestidigitador de la palabra que tenemos por presidente. Y es que al igual que la frase favorita de los magos es “Nada por aquí y nada por allá”, ésta podría resumir también el trasfondo del pensamiento vano que se ha instalado en Moncloa junto a Sonsoles y las niñas.

Muy certeramente, Gustavo Bueno ha denominado “pensamiento Alicia”, haciendo referencia al país de las maravillas de Lewis Carroll, al buenismo intelectual del que hace gala Zapatero. Al secretario general del PSOE se le llena la boca hablando de paz, Alianzas de civilizaciones, progreso, bienestar, sin entrar jamás en los problemas de fondo para alcanzar esas utopías a las que todos nos apuntaríamos. Su pueril planteamiento para cautivar a los votantes consiste en convencernos de que gracias a él viviremos en un mundo ideal. Como todos preferimos la paz a la guerra seremos un gobierno de paz, aunque en la vida real maten a nuestros soldados en la guerra. Como todos preferimos que nuestros hijos aprueben a que suspendan, crearemos un sistema educativo en el que hasta yo sacaría sobresalientes, aunque en la vida real nuestros niños sean analfabetos funcionales. Pero las consecuencias de tanta bonhomía carente de fundamentos van a ser funestas.

Aunque quizá sea precisamente esto lo que persigan Rodríguez y sus muchachos. Quizá deseen lograr que las muertes en una guerra acaben siendo para los ciudadanos simples fallecimientos “por acciones violentas de elementos hostiles”. O sea, como si hubiesen muerto a la salida de un derby en manos de unos ultras. Y la mejor forma de alcanzar ese objetivo es educando a la ciudadanía con mensajes tan hermosos como irreales. El mundo feliz que nos están vendiendo desde Moncloa es tan peligroso y falso como el de Huxley. Un mundo a la carta de paz, amor, fraternidad, igualdad, bondad, progreso, y café y viviendas para todos. Éste es el soma que nos administra Zapatero, mientras repatrían a dos soldados españoles que han muerto en un mundo donde, desgraciadamente, hay guerras, odio, injusticia y pobreza. Y desde ayer dos familias más rotas, a las que no consolarán las palabras de este pacifista de salón, que emplea arbitrariamente y para su uso personal los mejores medios de nuestro ejército de juguete.

1 COMENTARIOS:

Anónimo dijo...

Muchas veces, por no decir todas, nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino. A ver a quién se le puede vender, así, tal cual, que la guerra de Irak antes no tenía justificación y ahora sí la tiene, porque antes era una guerra y ahora, los militares, están en son de paz. ¡Alucinante! Y con ésta pasa lo mismo que con las otras. Da lo mismo quién este en el gobierno en esos momentos; son los mismos perros con distintos collares.