Tenemos un contenedor amarillo para latas y envases de plástico, otro contenedor azul para el papel y el cartón, uno verde para el vidrio, y además puntos limpios para reciclar, por ejemplo, el aceite. Para ello previamente debemos de contar con un rincón de nuestro hogar, preferentemente la cocina, donde depositar clasificadamente todos estos residuos. Todo esto me lo ha enseñado una señora muy amable esta mañana, mientras mis ojos peleaban con las legañas por permanecer abiertos, esperando en un andén del Metro de Madrid, huela. Huelga decir que el chabolo de la mujer del anuncio era enorme. Sólo su cuarto para reciclar era como la mitad del apartamento donde vivo.
Las autoridades no paran de lobotomizarnos para que reciclemos, lo cual está muy bien. Sólo de pensar que si tiro un litro de aceite usado por el desagüe, da igual que no sea de una sola vez, contaminaré muchos miles de litros de agua, me sale el ecologista que todos deberíamos de llevar dentro. El problema es que necesitaría para vivir una solución habitacional de las de 30 metros cuadrados, y otra para poder recogerlos distintos residuos que diariamente genero. Los contenedores y yo nocabemos en la misma vivienda, señora ministra. Así que a ver si puede usted ponerse de acuerdo con su compañera Narbona, para que si debemos reciclar tanto, podamos contar al menos con medios físicos para ello. Así no tendría que meter las bolsas de residuos bajo la cama, que ahí ya tengo la escalera, la cubertería, y varios pares de zapatos.
Tampoco estaría mal que quienes recogen nuestra basura se tomasen la molestia de advertir si el contenido de la bolsa, por un casual, tiene como destino el reciclaje. En las que utilizamos otros vecinos y yo se distingue perfectamente si hay envases de plástico o latas en suinterior. Pero da igual. Hasta hace pocos días mi mujer y yo reciclábamos, buscando agujeros negros en la cocina para tal fin. Pero descubrimos que quien recoge las bolsas de la puerta de cada vivienda, las acaba tirando indiscriminadamente en el contenedor gris de la basura de toda la vida. Mal empezamos la cadena de reciclaje, y continúa peor.
En las campañas publicitarias de la Administración, también nos hablan todo ufanos de los Puntos Limpios. Pues bien, en Madrid capital, para una población de cuatro millones de personas, los ciudadanos sólo disponemos de diez de ellos. El más cercano lo tengo a ocho kilómetros. Así que menos publicidad a mansalva y más medios para reciclar. Y si de paso nos ponen a buen precio un piso como el que salía en el anuncio del Metro, mejor. Así recicla cualquiera.
1 COMENTARIOS:
jajajajajaja a Me he reído mucho con tu artículo. A mí me ocurre algo parecido: deseo reciclar al máximo posible, pero no lo puedo hacer porque ni tengo espacio ni contenedores cerca para depositar allí los residuos. Conclusión: tengo que separarlo todo en distintas bolsas y salir, cada dos o tres días, cargadas de bolsas de papel, vidrio y plásticos, en busca del contenedor perdido. Lamentable. Y después nos vienen diciendo que no reciclamos nada. Más medios es lo que hace falta. TANA
Publicar un comentario