Supongo que recordarás gloriosas expresiones del ingenio patrio como “un poquito de por favor”, “¿cómo están ustedes”, “pecador de la pradera” o “España va bien”, obras de genios del humorismo de talentos similares al de Quevedo. Pues bien, otra de las frases que empieza a ser célebre en el repertorio popular, y muy especialmente en toda prueba de selección que se precie, es la de “No das el perfil”. Me imagino que a ti también te habrán brindado esa dedicatoria sin canción, especialmente si no te unen vínculos de consanguinidad con el baranda que regenta el chamizo donde deseas ser contratado, o al menos con un primo suyo de Cáceres.
Pero, ¿qué quieren decir con lo de no dar el perfil? ¿A qué se refieren con lo del perfil? En teoría es una forma de comunicarte que no cuentan contigo, pero sin darte motivo alguno. Podrían emplear otros términos más apropiados que la palabra perfil: características, cualidades, virtudes o condiciones. Pero al parecer, resulta más profiláctico emplear tan manida expresión. Lo más curioso es que nunca te explican qué están buscando exactamente. Y es que afirmar que no das el perfil, es lo mismo que decir que la parte contratante de la primera parte será igual que la parte contratante de la segunda parte. Envolver la nada con nada para decirte que verdes las han segado.
Sin embargo, en nuestro país podemos encontrar miles de ejemplos de grandes perfiles esculpidos mediante braga o bragueta. Uno de ellos sería el de un veinteañero, en cuyo currículo destaca ser hijo de una directora de cine antifranquista, ahijado de Felipe González y mancebo de la pequeña de
Tanto éxito está teniendo la inane frasecita que, a partir de ahora, cuando un enamorado se arrime a la chica de sus sueños, si ésta no le considera un buen partido, en vez de romperle el corazón diciéndole la verdad, o sea, que es feo, bajito y pobre, le podrá consolar así: “Eres un encanto, pero no das el perfil de hombre que estoy buscando”. Igualmente se llevará una colección de Rupertas a casa, pero con la sensación de que ha estado a punto de ganar el apartamento en Torrevieja, que casi no quedan. En cualquier caso no te aflijas, porque si escuchas a menudo que no das el perfil, antes o después acabarás dándolo. Menuda talla de avispa que se nos está quedando a media España de tanto apretarnos el cinturón.
2 COMENTARIOS:
A mí me sucedió algo parecido con el tema del perfil cuando busqué promoción en mi puesto de trabajo, y no sabes lo que cabrea, sobre todo cuando sabes que sí lo das pero que te evitan, simplemente, porque están pensando en el primo de Segovia, que casualmente también está trabajando allí, y que no sabe hacer la O con un canuto. Claro, en esos momentos le partirías la cabeza al más pintado, y perdón por la expresión, pero son las ganas que te entran. Así de incompetentes tienen las empresas a sus directivos y gerentes, porque aunque sean unos inútiles, en algún momento han dado el "perfil" que les ha convenido porque les han enviado un jamón por Navidad. Eso es lo que mueve a las empresas de este país, la prevaricación, el soborno y el beneficio rápido y sin escrúpulos. TANA
Es la muletilla que se han inventado las empresas en los últimos tiempos para tapar el enchufismo que siempre ha imperado. Ahora le llaman "no dar el perfil"; antes decían que no tenías recomendaciones. Los mismos perros con distintos collares. Hasta en la denominación que se da a los "padrinos" en el tejido empresarial se nota que los tiempos avanzan. Renovarse o morir.
Profesor Sibelius
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