Comer de fiambrera : Verdad, Bondad y Belleza

miércoles, 28 de marzo de 2007

Comer de fiambrera

Las horas de cincuenta minutos para la comida y los 1200 euros que cada vez dan para menos, pese a lo que diga Pazatero (no es una errata), han propiciado una moda alumbrada en los centros de trabajo y bancos de los alrededores, para mayor gozo de las palomas. La nueva costumbre de comer de fiambrera, ha servido a los más avispados para hacer virtud de la necesidad ajena, lucrándose con esta extendida corriente de llevarse la comida de casa. Actualmente podemos hablar de una floreciente industria montada para satisfacer las necesidad de todos aquellos que comen de fiambrera. Dicho negocio no se limita sólo a la fiambrera o tupperware o simplemente taper. Como habrá que portarla en alguna bolsa y hacerlo en una del Lidl queda muy cutre, el mercado nos brinda una variopinta oferta de bolsas que, al igual que las fiambreras en sí, denotarán la casta social del individuo en función de su precio. Siempre ha habido clases.

Pero pasen y vean las cosas buenas y bonitas que traigo hoy en mi manta. Directamente desde Londres, para el caballero más selecto, para la señorita más refinada, bolsas plastificadas de ‘Jarros’, con tickets de compra y todo, a 20 euros, oiga. Sí, también tenemos la de los ositos. Bragas hoy no he traído, mi reina. Para los ricos, para quienes quieran aparentar serlo aunque el euribor les esté jodiendo la úlcera, esa bolsa guapa de ‘Jarros’. Pero no se preocupe si usted es pobre, o tan rancio como para preferir las gratis del Carrefour, porque también tenemos sensacionales imitaciones made in Taiwán del taller clandestino del señor Chen, a sólo 3 euros.

Y qué sentido tendría la bolsa sin una fiambrera dentro. Tenemos las Laken, las mismas que vende El Corte Inglés por 20 euros, nosotros a 19,95 y la voluntad, pero sin ticket. De acero inoxidable y con asa abatible, para mejorar su transporte. También las tenemos plegables, guapa. Pero si andas escaso de fondos, te podemos hacer un precio sin competencia con las de plástico, igualmente garantía del señor Chen, firma de prestigio en los bajos fondos. No en vano él registró las siglas CH antes que Chanel, y por eso afirma que los bolsos originales son los suyos, y encima más baratos.

Qué tiempos aquellos en que la gente no competía por los aperos de la pitanza. Antes bastaba con el maletín clásico de toda la vida, donde el marido elegantemente llevaba la camiseta de tirantes para cambiarse en verano, el diario EL PAÍS y el bocadillo de chorizo de Pamplona envuelto en papel de aluminio. Ahora, como dicen que vivimos en el estado del bienestar, lucimos fiambreras y bolsas de postín, aunque tengamos que comer a trote gorrinero y con animales a la vista, ya sean la jefa o un perro que no le quita ojo a tu menú portátil. Por eso yo creo que la recién promulgada ley de la igualdad consiste, entre otras cosas, en que sin distinción de sexo toda España coma de Rodríguez durante las cuatro estaciones del año. Y mientras, el homónimo que se fue en un Airbus a Harrods para que sus seres queridos y la suegra pudieran llenar sus bolsas de compras, nos cuenta en La Primera que a ti y a mí nos va muy bien.

12 COMENTARIOS:

Anónimo dijo...

¡Qué razón tienes! Yo como de fiambrera todos los días, y es un auténtico bazar las diversidades que te encuentras por ahí. La pena de todo esto es que nos pagan una miseria para los menús del día tan caros que te encuentras en los restaurantes alrededor de los edificios de oficina. Aparte de los chinos, también los restauradores hacen un gran negocio a costa de los pobres currantes. TANA

Anónimo dijo...

Las compañeras de mi curro se llevan muchas veces comida basura, de esas que venden en tiendas dieteticas y dicen que sustituyen a una comida. Probé una vez un poco y son vomitivas, pero como les sirve para adelgazar ... ¡Vaya chorrada! Pirulo15

Anónimo dijo...

Se estan perdiendo las buenas costumbres. Ya ni lentejas como el personal. Ahora todo son yogures bio, ensaladas prebióticas y dietas del platano. Luego vienen las desnutriciones, anorexias y demás. Qué tontos somos a veces. Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo también voy de fiambrera y, en la fiambrera, lo que sobra de la cena anterior: lentejas, cocido, tortilla, pasta, lo que sea.

Pero lo mejor es tener que compartir un sólo microondas prehistórico con 7 compañeros. Al final, cuando el último está calentando su "tupper", los primeros ya van por el café.

Anónimo dijo...

"Pazatero" dirá lo que quieras, pero Aznosín "dijo" (y dispuso) mucho más en su dia.

Y sus secuaces siguen haciendo lo mismo allá dónde gobiernan, y si no dímelo a mi que me sacaron a "pelotazo" limpio de una empresa privada para meterme en una S.A. "pública" (según ellos) y hacer guardias de 24x7 por el morro al módico precio de 0€.

Así que quejarse de la situación actual está bien, pero a la hora de echar culpas conviene ser un poco más ancho de miras y buscar a todos los responsables o abstenerse de señalar a nadie o puede que lo que consigas es que la gente se ponga en contra de guatemala para beneficio de guatepeor...

Anónimo dijo...

Hombre, no hay que exagerar... muchos podemos comer bien y en casa. O podríamos, si los sueldos del teletrabajador normal no fueran una bazofia. O sea, que los del tuper son la clase mileurista alfa.

Anónimo dijo...

No se si será el mileurismo, lo a tomar por culo que estan los centros del trabajo de casa o que...

... pero yo me llevo comida no porque no tenga pasta, si no porque me desagrada bastante la comida de los restaurantes (specially in Madrid).

Pero bueno, cada cual tendrá sus razones.

El siguiente paso... el Dabawala.

Anónimo dijo...

No, si todavía me voy a alegrar y todo por estar en el paro y poder comer todos los días en casita.

Magnífica radiografia socio-laboral de Expaña, Fernando. Si pudiera (y no puedo), te nombraba candidato a dirigir el CIS. ¡Donde esté el "fiambrímetro" que se quiten los índices de desempleo!

Anónimo dijo...

eso de comer fuera pasa en la ciudades grandes, porque en las ciudades pequeñas o medianas eso no es asi. Pero claro el trabajo esta madrid y barcelona pero de todas formas hay algunos que se rasgan las vestiduras si tienen q trabajar en "provincias". lo dicho yo como en casita y me el dinero no me falta.

Anónimo dijo...

Pues joder aquí en London hasta loss ejecutivos que ganan 150 mil euros al año come alguno de fiambrera. Es todo por salud, comer algo que sabes lo que es, y a nadie se les cae los anillos. Es que a los españoles si no os pone la comida en la mesa vuestra madre y luego os echáis una siesta os quejáis. Panda de señoritos.

Unknown dijo...

Aquí en mi empresa nos sentimos tan reflejados con esta realidad, que hace tiempo decidimos hacernos fotos diarias comiendo con nuestras fiambreras ... aqui estan:

http://www.flickr.com/photos/frikis_teatro_romano_malaga

No os riais mucho ;-)

Anónimo dijo...

Buenas, soy de tupper de hace tiempo, y casi toda mi empresa , el tema no es el money , la vedad no me quejo,es que no hay ningún sitio donde ir, que no te estrese por no tener tiempo (solo hay 2 bares con menú) ,además es más rico comer de casa que de cualquier restaurante de comida rápida , tienes tiempo par conversar con compañeros y hacer tu hora de comida tiempo de desconexión .