Cuando ya estaba convencido de que el próximo 27 de mayo mi voto no iría como siempre a la basura, me entero de que Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía, no se presenta a las elecciones municipales y autonómicas por Madrid. Contaban con mi voto, pero al parecer aquí tendremos que esperar a las elecciones generales. Este partido político que surgió como una iniciativa de una serie de intelectuales catalanes (Francesc de Carreras, Arcadi Espada y, cómo no, mi admirado Albert Boadella, entre otros), logró tres escaños en el Parlamento de Cataluña, a pesar del apagón informativo que les dedicaron los medios de comunicación catalanes. No deberías de perderte el sentido homenaje que el genial Boadella dedicó por dicho motivo a la prensa catalana.
Decía Aristóteles que la libertad es elección, o sea, que para ser libres debemos de tener previamente la capacidad de elegir. Sin embargo llega el momento de unas nuevas elecciones, en este caso municipales y autonómicas, y al menos en Madrid no tenemos elección, para variar. No existe ninguna alternativa al PSOE y al PP que para mí, básicamente, son el mismo perro con distinto collar de perlas. Desconozco cómo estará la vida pública en tu municipio y tu comunidad autónoma, aunque imagino que tampoco habrá grandes diferencias entre los dos grandes partidos, salvo que vivas en una tierra con raigambre nacionalista, pues en ese caso directamente te acompaño en el sentimiento.
Como imagino que en este blog entraréis votantes del PSOE y del PP, de la SER y de la COPE, voy a aprovechar para deciros lo que pienso a los seguidores de ambos partidos-emisoras. Yo discrepo abiertamente de la parodia nacional en que nos ha metido Zapatero. Pero tampoco estoy de acuerdo con un PP que quizá sólo se diferencia del PSOE en que roba con más clase, que para algo muchos son Abogados del Estado. Tanto los unos como los otros sólo se preocupan de sus intereses de partido y personales, y no de que tu jefa te haga mobbing o de que no llegues al día veinte. El paro, la corrupción, la burbuja inmobiliaria, la sanidad, la educación, los contratos y sueldos basura, conforman el verdadero drama diario de este país de almuerzo de fiambrera y cabezadita en el autobús. A ti, ciudadano, en el fondo te traen al pairo los estatús, la huelga de hambre de un indeseable, la OPA de Endesa y el 11-M. Sólo son cortinas de humo que las castas políticas azuzan para distraer a la marioneta ciudadana mientras le roban la cartera. A las dos derechas, PP y PSOE, lo que les importa es repetirte mil veces el gol de Robinho.
Qué importancia tiene que ganes hoy lo mismo que en 1997. Para el Gobierno lo relevante es que se está creando mucho empleo, incluso indefinido. Qué gracia. Lo que no te dicen es que la degradación de tus condiciones laborales en la última década ha sido tan apabullante, que actualmente tampoco importa demasiado que tengas contrato indefinido o temporal. Y es que, por si no lo sabías, en España el despido ya es casi libre. ¿Y quiénes son los dos grandes responsables de que las condiciones laborales sean las peores de los últimos veinte años?
Ésta y no otra es la realidad que sufren los ciudadanos españoles, mientras las castas políticas municipales, autonómicas y nacionales sólo se preocupan de seguir mamando de la ubre pública. Todo se reduce al maldito parné. Los padres de la patria legislan para favorecer descaradamente a las grandes empresas y fortunas nacionales, o sea, a sí mismos. Mientras, la plebe de autobús, bocadillo y pancarta de ambos bandos son lobotomizados por Carles y Federico por las mañanas. Y cuando llegan derrengados a casa por la noche les esperan los Supervivientes en Honduras, ya los querría ver yo aquí, pues Norma Duval y la Pantoja ya no dan para más.
Entre tanto escombro, nosotros podemos y debemos ser los ciudadanos sin espada del siglo XXI, aunque no nos parezcamos a James Stewart ni tengamos el talento de Frank Capra. Ciudadanos de Cataluña logró el hito de conseguir tres escaños partiendo de un agujero tan negro como el del Carmel. Creo que ha llegado la hora de una nueva transición, pero no como la que comentan los tertulianos de cada ganadería. Ha llegado la hora de que los ciudadanos llevemos la iniciativa, y no nos limitemos exclusivamente a quejarnos de esta clase política, antítesis trilera de Robin Hood. Por eso aquí siempre celebraremos iniciativas cívicas como la de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía, pues de la actual clase política, desengáñate, ya no puedes esperar nada. Al menos nada bueno.
lunes, 2 de abril de 2007
Ciudadanos sin espada
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3 COMENTARIOS:
La sociedad mundial es movida a través de los hilos más que evidentes de una clase política corrompida por el poder y el dinero. Si levantásemos la alfombra encontraríamos mucha podredumbre, como bien dice usted en su artículo. Con sus tácticas habituales sólo pretenden desviar la atención de los ciudadanos, que desesperados contemplamos como sucumbimos ante un mundo que nos pronostican mejor que el pasado, pero que no se ciñe a las expectativas. La democracia de pasillo, la teórica participación del ciudadano en el devenir de una nación, sólo es una cortina de humo ante la auténtica manipulación a que nos someten unos pocos. Hace años que no voto en ninguna elección política. Será antidemocrático, pero es mi sentir. Profesor Sibelius.
No tengo ni idea de a quién votar. son todos unos impresentables y mentirosos.
Estoy de acuerdo con usted, Profesor Sibelius. Vivimos en un sistema democrático absolutamente corrompido, de infumables castas políticas. Yo seguramente tampoco votaré en las próximas elecciones, pues el gozo de votar a Ciudadanos se ha quedado en un pozo, por ahora.
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