Pobres madrileños : Verdad, Bondad y Belleza

miércoles, 11 de abril de 2007

Pobres madrileños

El Real Madrid de baloncesto ha ganado una copa europea que nadie sabía que existía, el Valencia ha quedado eliminado de la Champions sin poder culpar a Mejuto, el juicio del 11-M tiene más mentiras que una película de chinos, y el turolense Pizarro sigue empecinado en que Pazatero y su mafia italiana no le roben Endesa. Entre todos estos titulares de la actualidad, vitales para la existencia de cualquier español de bien, nos encontramos con otro que lógicamente queda relegado a páginas interiores: Uno de cada seis madrileños es pobre. La sexta parte de los vecinos de la capital sobrevive con poco más de seiscientos euros mensuales. Es decir, que en Madrid hay prácticamente un millón de pobres.

Sin embargo, los próceres madrileños se las gastan así. Gallardón ha multiplicado por 4,3 la deuda de sus vecinos, que supera con creces los 5.000 millones de euros, es decir, casi un billón, con b de bribón, de las antiguas pesetas. El 26% del presupuesto municipal se lo ha pulido en meter los atascos debajo de la alfombra, mientras que a la tercera edad sólo le ha dedicado el 1,26% de los dineros castizos. Por otra parte, Esperanza Aguirre se queja de que a veces no llega a fin de mes, pues sólo cobra 100.000 euros anuales, mientras los jóvenes de la Comunidad Autónoma que preside tienen que dedicar el 79% de su salario para comprar una vivienda.

Los datos acerca de la pobreza de los madrileños están extraídos de un estudio de CC.OO, vergüenza les tendría que dar, si tuvieran, claro. Si en el mercado laboral están proliferando las externalizaciones, las subcontratas, las ETTs y los contratos por horas, en gran parte es gracias a esos traidores. Gracias a los sindicatos millones de ciudadanos llevan diariamente su comida, y quizá su vida, en bolsas del Carrefour, para sobrevivir las jornadas de doce horas de trabajo, aunque sólo paguen ocho. Camino del tajo sólo se cruzan miradas perdidas, como las ilusiones y como todo. Hasta el acordeonista que toca Bésame mucho ganará más que aquél obrero de mono azul. Kilos de maquillaje barato se derriten por los rostros surcados por el cansancio y el euribor, que este mes sí que no llegamos. Nosotros, ciudadanos cada cuatro años, nos movilizamos contra el terrorismo, contra la guerra, contra Franco después de muerto, pero no contra la infamia de nuestra pobreza. No contra la tristeza de los escaparates cuando sólo se puede comprar con la mirada, cuando el juguete del otro lado del cristal no está en venta para miles de niños.

Los madrileños somos cada vez más pobres, como el resto de españoles, y qué más da. Aquí no paramos de inaugurar túneles para que nos agujereen aún más nuestros maltrechos bolsillos. Vivir en Madrid hoy es hacerlo bajo tierra, qué lejos queda ese legendario cielo que ya no se ve. Qué tendrá que pasar para que nos movilicemos todos de una vez contra tanta tomadura de pelo, ay. Supongo que tú también recordarás, querido lector, cómo la caña hispánica, tras las campanadas de bienvenida al 2002, pasó de cien pesetas a un euro; sin embargo, los parias de este lado de los Pirineos seguimos cobrando hoy los sueldos de hace una década. Afortunadamente este 2007 será el del regreso a los ruedos de José Tomás, y el año próximo el Madrid de fútbol podrá conseguir para toda su hinchada la venerada Copa de Europa.

4 COMENTARIOS:

Anónimo dijo...

Lo peor de todo es que nos venden una ciudad magnífica, con grandes parques, lugares magníficos y una calidad de vida ¿inmejorable? ¿Cómo se puede tener tanta caradura? Cuando llegué a esta ciudad, hace unos cuatro años, lo primero que le dije a mi novio es que me extrañaba que no se viese el cielo. La lástima es que no me refiero sólo al cielo auténtico, sino también al utópico de una vida grata y no tan empañada por polución, atascos, gastos inmisericordes, transporte urbano cada vez más caro y sueldos ralos y pelados. Desde que vine a Madrid, en mi empresa no me han subido el sueldo más que el IPC. Pero la vida sí ha subido, y mucho. No obstante, llegarán las elecciones y nos venderán que el nivel de vida de Madrid es fabuloso, y que 3 millones de ciudadanos no pueden estar equivocados cuando siguen viviendo aquí, como leí hace poco en un periódico. ¡Venga ya! TANA

Anónimo dijo...

Las manifas que se organizan contra todo y contra todos no sirven para nada. Solo se utilizan como armas politicas por los mangantes que nos dirigen. No solo el madrileño sino cualquier currito, viva donde viva, esta en estos tiempos casi en el limite de la pobreza. Tanta hipoteca, tanto consumismo precios bestiales para todo han hecho que el empobrecimiento suba por momentos. Pirulo15

Fernando Solera dijo...

Es cierto que nos toman el pelo, que los precios no paran de subir y que la gente de a pie está cada vez más puteada. Y lo llevamos claro si pensamos que el PSOE o el PP van a mejorar algo que no sea sus cuentas corrientes. Saludos a ambos.

Anónimo dijo...

Lo mejor para todo esto es alejarse de este caos de ciudad. Los que puedan deberían hacelo, porque es insufrible. Es mi secreta ilusión para mi jubilación. Profesor Sibelius