Como ya hemos descubierto aquí, todos los seres vivos tenemos un campo energético, porque de hecho todos somos energía, ni más ni menos. Hoy vamos a dar otro paso adelante para demostrarte, si todavía sigues siendo escéptico, que tú también eres energía. Por eso vamos a aprender un poco más, hablando de la cámara Kirlian. Como somos principiantes no vamos a entrar en detalles técnicos farragosos, por lo que nos centraremos en lo que más nos interesa como estudiantes de metafísica.
La cámara Kirlian nos permite obtener imágenes del aura humana, es decir, del campo de energía que nos rodea a todos nosotros las veinticuatro horas del día. Mal comparado se podría decir que tenemos una burbuja energética que nos envuelve. Esa burbuja es nuestro aura. Fotografiarla nos permite conocer el estado de nuestra salud, tanto física como emocional. Como también nos permitiría conocer el de las plantas y los animales, pues también emiten vibraciones, como todo en el Universo. El caso es que como ya sabes nuestra actividad biológica se fundamenta en corrientes eléctricas, que dan lugar a campos electromagnéticos. Estos campos, como demuestra la Física Cuántica, nos intercomunican con todo lo que nos rodea. Nuestros campos energéticos interactúan permanentemente. De ahí que las filias y fobias personales a primera vista se deban también a un problema de afinidad vibratoria. ¿No te ha pasado alguna vez que te has dado la vuelta sin saber por qué, y resultar que alguien te estaba mirando? Todo es por el mismo motivo: nuestros campos electromagnéticos.
Quiero recalcarte que esto no es sólo una teoría. Desde hace años hay equipos de última generación, que no están de venta en farmacias ni en la teletienda, que ya te permiten medir y visualizar todo esto. Una de las grandes autoridades en esta materia es el ruso Konstantin Korotkov. Él mismo ha afirmado categóricamente que incluso se puede medir la intensidad de nuestro aura cuando sentimos amor, y que las enfermedades son siempre consecuencia de desequilibrios en nuestros campos energéticos. Es decir, que cuando enfermamos es por un desequilibrio energético, sin excepción.
Nuestro campo energético depende de tres factores: nuestra actividad física, nuestra actividad mental y nuestra actividad espiritual. Pero aunque dependa de esos tres factores, el sistema biológico del ser humano funciona como una unidad. Todo está interconectado. Es decir, que cualquiera de los tres factores afecta al todo que somos cada uno de nosotros. Por ejemplo, es espectacular ver la foto Kirlian de una persona cuando está meditando, rezando, concentrada en una labor muy concreta. Su aura se transforma inmediatamente. Si quieres comprobar por ti mismo todo lo que hemos comentado en este artículo, lo tienes muy fácil. Sigue con paciencia y constancia estas instrucciones. Ya es hora de que vayas dejando el escepticismo a un lado y comprendas que todos somos lo mismo, energía, y que dicha energía nos mantiene interconectados mucho más de lo que creíamos hasta ahora.
3 COMENTARIOS:
Suelo hacer meditación a menudo, casi a diario si las obligaciones me lo permiten, y el bienestar que siento es inmenso. Es una delicia pensar que mi aura pueda cambiar y ser mejor, porque a veces creo que la tengo totalmente negra (lo siento, pero hoy es un día aciago para mí). Seguiré tus consejos e intentaré ver mi aura. Seguro que es un consuelo y un ánimo para mis meditaciones. TANA
Es difícil que la gente de a pié entre en estos asuntos de entender el aura y poder verla. Somos tan ingenuos que creemos que todo comienza y termina en el cuerpo físico que nos conforma. La evidencia nos quita la razón, pues la energía universal abarca todo y a todos. Si los depresivos o personas desdichadas pudieran creer en todo esto y practicarlo, notarían una inmediata e impresionante mejoría. Opino lo mismo que usted. Profesor Sibelius
Me parece magnífico que os interesen estos temas. Son fascinantes y, efectivamente, si la gente con problemas descubriese este maravilloso mundo, se replantearía muchas cosas.
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